CHINA: Beijing, La Gran Muralla China (長城), Tramo Jiankou-Mutianyu

Hoy era el gran día, lo habíamos señalado en el calendario con letras mayúsculas, visita a LA GRAN MURALLA CHINA (長城). Una de las siete maravillas del mundo moderno, que con sus más de 21000 kilómetros tiene en Beijing un punto estratégico para poder disfrutar de ella en todo su esplendor.

CURIOSIDADES DE LA GRAN MURALLA CHINA

• Murieron 10 millones de personas para construirla, que fueron enterrados en las cercanías de la muralla, por eso se dice que es uno de los mayores cementerios del mundo. Cuenta una leyenda china que uno de los granjeros fue obligado a trabajar en la construcción de la muralla, muriendo posteriormente. Fue su mujer a donde trabajaba y lloró tanto que la pared se derrumbó, mostrando los huesos de su marido para que ella pudiera enterrarlos.
• Se tardó 2000 años en construirse. El origen se remonta a los siglos V antes de Cristo, y la terminación esta datada en el siglo XVII después de Cristo.
• El estudio para determinar su longitud comenzó en 2006 y tardó 5 años en finalizarse. La medición total fue de 21.196,18 kilómetros, muchos más de los más de 8000 kilómetros que se creía al principio. Con lo que es la mayor construcción llevada a cabo por el hombre.

• La Gran Muralla inició su construcción para protegerse de la invasión de los Mongoles. No es una construcción única, más bien se hizo por tramos y por distintas dinastías.
• No se puede ver desde la luna. El primer astronauta chino Yang Liwei afirmó que no pudo verla en su vuelo al espacio. Aunque todavía está por demostrar que sea visible desde alguna orbita espacial.
• En la dinastía Qin los criminales eran obligados a hacer trabajos forzados construyendo parte de la Gran Muralla.
• Hay más de diez mil torres a lo largo de la Gran Muralla. En estas construcciones se pueden ver las diferencias de estilos en las dinastías. Se solían usar como puestos de vigía, y también para mandar señales de un sitio a otro con banderas.
• La altura va desde a ras del nivel del mar, hasta 10 metros de alto en algunos tramos.

CONSEJOS PARA LA VISITA A LA GRAN MURALLA

Desde Beijing hay muchos tramos a los que se puede acceder. Es conveniente preguntar primero en tu hotel o alguna agencia de viaje si el tramo al que pretendes ir está abierto o en periodo de reformas. Nosotros nos encontramos con el de Simatai cerrado por reconstrucción.

 

-Tramo de Badaling: Si quieres estar rodeado de gente, y solo decir he estado en la Gran Muralla China, este es tu sitio. Esta muy cerca de Beijing, por eso la masificación. Esta totalmente restaurado.

-Tramo de Mutianyu: Este tramo de la muralla también esta restaurado. Esta bastante menos masificado que Badaling por las rampas de subida y bajada continuas.

-Tramo de Simatai: En resconstrucción, cualquiera sabe como lo van a dejar. Antes de cerrarlo era un tramo interesante por la autenticidad.

-Tramo de Jinshanling: también cerrado para reconstrucción.

-Tramo de Jiankou: si quieres ver la muralla como era sin restaurar, este es tu tramo. Eso sí, hay tramos complicados que requieren gran forma física.

Se puede hacer por libre, o por agencia. En todos los hoteles tienen excursiones a las zonas más turísticas de la Gran Muralla. A nosotros nos gusta ir a nuestro aire y mucho más cuando vimos a varios grupos corriendo por que sólo tenían una hora para pasear.

Es conveniente llevar algo de comida y/o agua para la excursión, sobre todo si vas a realizar el tramo de Jiankou, que no hay nadie en todo el recorrido. En Badaling y Mutianyu hay vendedores en algunas torretas.

Nosotros elegimos un hibrido que a la postre resultó muy satisfactorio. Iniciamos el recorrido en Jiankou para luego acabar en Mutianyu. Altamente recomendable si quieres ver la parte más salvaje de la muralla y la que esta restaurada.

COMO LLEGAR AL TRAMO DE JIANKOU

Desde nuestro hotel tuvimos que coger la Línea 2 de metro a Dongzhimen. Aquí puedes enlazar con la estación de autobuses.

El bus 916 nos llevará en una hora a Huairou. Hay dos tipos de buses uno el rápido y otro el lento, no supimos distinguir en cual de los dos nos subimos. Un dato importante es que se subirán locales al autobús y al veros guiris te dirán que te llevan a la gran muralla. No hay que hacerles caso, pues son de agencias, y normalmente iran a Mutianyu. Hay que ir hasta el final del trayecto.

En la estación de buses, cogeremos un taxi compartido con otros viajeros. A nosotros nos costó 80YUN el taxi completo. Es importante llevar un mapa de la zona a la que queremos ir, y enseñárselo marcándole con el dedo.

 

Nosotros queríamos ir a Zhengbeilou (正北楼), una de las torretas que forman parte del trayecto de Jiankou, y así se lo hicimos saber al taxista. Si se quiere hacer noche, hay que ir al pueblo de Xizhazi y pagar una tasa de 20YUN por la entrada. A nosotros nos dejó bastante antes, en una senda.

VISITA DE LA GRAN MURALLA CHINA. TRAMO JIANKOU-MUTIANYU

El taxista nos dejó y comenzamos nuestra ruta de senderismo. A lo lejos ya podíamos ver la muralla, estaba muy cerquita pero todavía teníamos que decidir por donde subir para llegar a ella. Un cartel nos disuadía de forma muy clara, “Este tramo de la Gran Muralla no está abierto al público”. La verdad es que nos hizo dudar, pero solo un segundo 8). Sabíamos de la existencia de ese cartel, así como de la ausencia de ticket de entrada para acceder a la muralla.

 

Las flechas del muro nos animaban a seguir, íbamos en buena dirección. Justo a la derecha de un molino de harina se abría una senda hacia la muralla. Y esta fue la que cogimos muy acertadamente.

 

.

La subida se nos hizo bastante amena, y en apenas 20 minutos ya teníamos en nuestras narices el muro. Solo tardamos 1 minuto en encontrar la entrada que nos daba acceso a la muralla. Estábamos dentro, cumpliendo otro sueño.

El camino hacia nuestro objetivo nos llevaba a ir a la izquierda, subiendo los tramos escalonados que nos íbamos encontrando. El día no es que fuera del todo bueno, y aunque había amanecido un pelín encapotado las vistas de la muralla quitaban el hipo.

Todo el mundo iba a la derecha, hacia Mutianyu. Si ya había poca gente de por sí, cada vez eran menos los que nos acompañaban. Hasta que llegamos a la última torreta en que encontraríamos a alguien. Una vendedora muy amablemente nos indicó que íbamos en buen camino, y que nuestro objetivo (Zhengbeilou) estaba a unas cuatro o cinco torres más allá. Otra señal de STOP PELIGRO NO ENTRAR se interponía entre lo conocido y lo que queríamos conocer, uno de los tramos salvajes de la gran muralla china.

Ahora ya no había muro, y las torretas pasaban a ser meras piezas de un tente en decadencia. El camino se llenaba de selva por momentos, y es que la vida se abre camino y no sabe de barreras. Lo que no pudieron atravesar tantos adversarios lo hacía el tiempo y la madre naturaleza.

Sorteando ramas, piedras y socavones seguimos nuestro camino, ya sólo quedaba una gran subida, eso sí sin escalones y con muchas piedras que nos hacían ir con más cuidado que en los anteriores tramos. Esta subida es una de las razones por las que se deben traer unas zapatillas con suela buena. Aún con la dificultad nosotros seguíamos disfrutando, subiendo, no dejábamos de mirar a todos los sitios. El escenario único sólo nos hacía preguntarnos como habían sido capaces de construir el muro en estas rocas tan escarpadas.

Una vez arriba, ya podíamos ver el escenario duro del tramo de Jiankou, las torres de los nueve ojos, la escalera al cielo, etc demasiado para nosotros. La vista desde aquí es diferente del resto, con varias capas de montañas en las que se puede vislumbrar alguna que otra torreta derruida. Impresionante sitio, con las mejores vistas de todo el trayecto.

Ya sólo nos quedaba volver por donde habíamos venido. Llegados al punto de entrada decidimos seguir hacia Mutianyu, la parte de la muralla que esta restaurada, y así poder ver las diferencias. Con sus 22 torres constituye un tramo bastante amplio de la muralla, y claramente se ven las diferencias con el tramo de Jiankou. Escalones sin desgastar, torretas perfectamente restauradas, muros con todas las piedras y lo más importante, si quieres puedes usar un teleférico para subir a la muralla y ahorrarte los tropecientos escalones. Eso si, por un módico precio.

Los dos tramos tienen sus encantos, y la verdad es que no cambiaríamos la excursión que hicimos. Ahora sí, cualquiera bajaba los escalones que te llevaban de vuelta. Hay dos opciones, la que esta antes es el teleférico, pero también tienes un tobogán. Este último bastante más divertido, pero más lejano. Nuestras piernas no daban para más, y cogimos el teleférico (45YUN). Que tiene unas muy buenas vistas de la muralla. En total habíamos estado andando más de 4 horas, disfrutando de un sitio único.

El teleférico te deja en una explanada, aquí es donde paran los coches compartidos que van a Beijing. A nosotros cada asiento nos costó 35 yuanes y que tarda una media hora en dejarte en la parada del 916. Aquí paran dos 916, el Express es el que tiene el cartelito rojo, y cuesta 16 yuanes por persona.

Video de nuestra caminata por la Muralla China.

Reventados por la caminata, ya no nos quedaba más que descansar y cenar algo. Beijing tornaba a su fin, al día siguiente dejaríamos la ciudad rumbo a Datong. La capital China nos había gustado, sobretodo la parte de los Houtongs, y las visitas que hicimos al palacio de verano y esta de la muralla China. Hay otras que se pueden hacer, Beijing da para mucho y con 4 días sólo te puedes llevar unas pinceladas. Sabemos que volveremos, y quién sabe si podremos ver el templo del Cielo, la plaza de Tiananmen y un largo etc.

Más fotos de murallas, farolillos, templos, de Beijing, aquí