Hemos dormido tan bien que somos de los últimos en partir, nos vamos despidiendo de la gente que posiblemente ya no volveremos a ver, y después nos tomamos un poco de fruta para comenzar el día.
Inicialmente esta etapa la habíamos planteado en dos, haciendo los primeros 20 kilómetros hasta Concurbión y al día siguiente hacer los 12 que nos llevarían a Finisterre. Pero los planes están para cambiarlos, y como nos encontrábamos con fuerzas hicimos la etapa larga, andando los 32 kilómetros.