Gozo, la hermana pequeña de Malta es una Isla que merece mucho la pena visitarse. Mucho menor en extensión que Malta, Gozo también cuenta con una importante capacidad hotelera, y muchas cosas para ver.
Mi intención inicial era pasar un par de días en Gozo para poder ver bien la isla pero el elevado coste de los hoteles me hizo desistir de mi idea, y tan sólo pasaría un día volviendo al anochecer.
Al igual que Malta, Gozo tiene una red de autobuses que te permite llegar a casi todos los puntos turísticos, el ticket cuesta 2,60 para todo el día y no vale el de Malta. Pero no nos engañemos, no funcionan igual que en Malta. Para llegar a algunos sitios solo hay un autobús y pasa cada hora y media, otras veces los autobuses que tienen que llegar no lo hacen, o te montas en alguno que han decidido cambiar de ruta en el último momento. Lo peor de todo es estar en la parada de autobús, y que decidan cambiar el itinerario ese día, menos mal que me avisaron cuando llevaba hora y media esperando. En fin, que si se pretende ver la isla bien en un día lo mejor sería o bien alquilar un coche o una scooter, o hacer uso el autobús turístico, que funciona bastante bien y te permitirá ver muchas cosas. Mi intención no era ver mucho, así que opté por el bus normalito.
Gozo tiene muchas cosas que ver. Yo me dejé en el tintero el pueblo pesquero de Masalform, o las salinas del norte, muchas playas, acantilados, museos y un largo etc que un día no se puede abarcar. Para que me enloquezca un sitio me tiene que sorprender, quizás por eso Gozo me gustó pero no me entusiasmó, porque es una copia de Malta. Quizás si me hubiera quedado un par de noches allí, me hubiera empapado un poco de esa tranquilidad que le falta a la isla grande.
Para llegar desde Bugibba hay que coger el bus 221 que va Chirkewwa y cuya última parada es el puerto. De aquí pagas los 4,60 euros por los trayectos de ida y vuelta en el ferry. Ya lo había tomado el día que fui a bucear en Gozo, pero siempre se ven cosas distintas, así que me fui a la cubierta del barco para deleitarme con unas fenomenales vistas de Comino, y como poco a poco vas entrando en el puerto de Gozo.
Nada más salir del puerto tienes los autobuses públicos a la derecha, y mucho más a la derecha el autobús turístico. Mi idea principal era ir a Victoria o Rabat y aquí coger el primer bus que saliera a algún sitio de los que quería ir. En poco más de 15 minutos estas en la estación principal, desde donde salen autobuses a todos los puntos de la isla. Yo quería ir o bien a Masalform o bien a Xlendi, y el primero que llego fue el 306 así que me llevó a la preciosa bahía de Xlendi.
La bahía de Xlendi es un sitio muy bonito con un fondo marino que quita el hipo. Si vas a gozo y quieres bucear, en Xlendi hay muchos puntos de buceo y varios centros para poder equiparte. No había descartado esta opción, pero el elevado coste de las inmersiones me hizo desistir. Darte un bañito en la bahía es algo obligado, los aleteos se confunden con las burbujas de los buceadores.
El sitio está muy bien, quizás un poco explotado con numerosos restaurantes en su perímetro. Desde la bahía podemos ver una de las torres que los Caballeros de San Juan construyeron en Gozo. También se pueden ver algunas cuevas, una de ellas visitable por una escalera a la derecha de la bahía. Merece la pena ir a verla por las vistas de todo Xlendi y de parte de los acantilados que la bordean.
El bus se coge justo al lado de la bahía, y no hay otra posibilidad que volver a la estación principal de Victoria. Mi siguiente objetivo fue ir a la zona este de la isla concretamente a la cala de San Blas. Una de las playas naturales que podemos ver en Malta, y donde predomina la arena roja procedente de su entorno.
La manera de llegar es coger el autobús que pasa por Nadur, el 303. Este nos dejará muy cerca de la catedral principal donde podremos coger el 304 que nos acerca un poquito más a nuestro objetivo. Este último autobús es de los que pasan cada hora y media, la distancia desde la catedral no es mucha, unos 20 minutos andando. Merece la pena ir dando un paseo por las calles silenciosas de Nadur, o incluso pararte a tomar algo en alguno de sus bares.
El bus nos deja en el comienzo de una pendiente, que tendremos que bajar con mucho cuidado pues es bastante pronunciada. Si ya bajar es complicado no te quiero contar subir. Algunos locales han visto el negocio y te suben en quad o en moto por 3 euros. A la mitad de la bajada ya se puede ver el color rojizo de la Cala de San Blas. La playa no es muy grande, unos 250 metros llenos de agua cristalina y mucho Sol.
Para mí es un sitio obligado si vas a Gozo, ya no solo porque es una de las pocas playas con arena natural en toda Malta, sino por la tranquilidad de los sitios difíciles de acceder. No pude resistirme a darme un baño, las temperaturas habían subido y pasamos a un agua con 25 grados que está muy bien.
En la playa hay un chiringuito para tomarte algo o alquilar hamacas y sombrillas, cosa que no está mal si vas a estar todo el día y no quieres volver a subirlas por la rampa 8). Tras mandar algún mensajito y hacer las típicas fotos me embarqué en la subida. A la mitad casi me arrepiento de no haber cogido una de las motos que te suben en tan solo unos minutos.
Esta vez me tocó ir andando hasta Nadur, sitio donde debería de parar el autobús que iba a Victoria. Este nunca pasó, y tras hora y media esperando al final me dijeron que había cambiado su trayecto. Menos mal que se ofrecieron a llevarme a Victoria en coche, y pude llegar con algo de tiempo para poder ver la capital de Gozo. Una prueba más de la amabilidad local que siempre que lo he necesitado me han ayudado, incluso sin pedírselo.
Mi demora en la llegada me impidió ver alguno de los museos o exposiciones que hay en Victoria. Eran más de las seis de la tarde cuando llegué. Aun así se puede disfrutar bastante de la ciudad. Como principal atractivo esta la catedral de San Jorge, muy bonita por fuera, pero inaccesible para ver su interior. El paseo por las calles de Victoria es obligado y recuerda mucho a las de Rabat. Con un centro de ciudad muy animado, hay algunos mercados donde se puede comprar artesanía local, o los típicos imanes para poner en la nevera. No me pude resistir y compré dos por 3 euros. 8).
La siguiente visita obligatoria es la de la Ciudadela. Aquí es donde hay la mayoría de museos de la ciudad, que ya llevaban cerrados un par de horas como es habitual en Malta. La Ciudadela es la principal fortificación de la isla, y se usaba para albergar a la gente y que estuvieran a salvo de los enemigos que habitualmente surcaban estas islas del Mediterráneo.
Una empinada cuesta nos da la bienvenida a la ciudadela, la cual se puede visitar gratuitamente. Es conveniente ir por la tarde para evitar a todas las excursiones guiadas que se dan cita a primera hora del día.
El paseo por sus calles da un aire a la Medina, y también su quietud. Quizás si hubiera visitado Gozo antes que Malta me hubiera llevado otro sabor de boca, todo es un poco igual o se parece mucho.
Lo que si merece bastante la pena es subir al punto más alto de la ciudadela para disfrutar de la vista de 360 grados de Gozo. Se puede ver todo y es una auténtica pasada. Por los sitios que había pasado eran todas pequeñas ciudades conectadas con algo de agricultura. Desde aquí se pueden ver las terrazas de cultivos, y las grandes cúpulas sobresaliendo de las ciudades.
Un sitio muy recomendable, que estuve disfrutando hasta altas horas de la tarde. Mi objetivo era poder ver atardecer desde el Ferry. El Sol se pone a las ocho y cuarto, así que tras disfrutar de las vistas de la Ciudadela, de las calles de Victoria y de alguna cervecita me monté en el bus que me dejaba en el puerto Mgarr para coger el ferry de las ocho y cuarto y poder disfrutar de la puesta de Sol, una de las últimas que vería en Malta y que me dejarían un buen sabor de boca.
Lo mejor esta por llegar 