INDONESIA: Sumatra. Descubriendo el Danau Toba

Lago Toba o Danau Toba es uno de los lagos volcánicos más largos del mundo con sus 100Km de largo y 30 de ancho. Respira pureza y tranquilidad por los cuatro costados, no en vano es uno de los destinos más relajantes de todo el sudeste asiático y no sólo elegido por los turistas extranjeros sino también por los locales. Aparentemente hubo un boom de ocupación hace unos años, y se dedicaron a construir muchos hoteles y guest house sobretodo en Tuk Tuk, luego este boom cesó y ahora ya no está tan de moda por los indonesios.

 

El Danau Toba se formó hace unos 100.000 años, cuando el volcán donde se asentaba tuvo una erupción. Posteriormente y tras unas pequeñas erupciones se crearon las islas Samosir en medio del lago volcánico.

Tanto los turistas como los locales tomamos el Lago Toba como un punto de inflexión y de relax del resto de Sumatra. Pero no sólo relax te puedes encontrar aquí, es el sitio perfecto para entrar en contacto con la cultura Batak, y ver paisajes de ensueño

Hay opciones de visitar los poblados principales en transporte público, pero no es muy fiable, así que la mejor opción es alquilarse una bici, o si quieres ir a sitios más alejados (como era mi caso) pillarte una moto. En cualquiera de los hoteles podrás alquilar tanto una cosa como otra. En el caso de la moto no me pidieron nada, ni carnet, ni fianza, ni nada, como viene siendo habitual en el Sudeste Asiático. El coste del alquiler es de 80K RP con casco incluido, y 6K RP el litro. Normalmente las dan llenas de combustible, pero muchas veces el medidor está roto, por lo que yo no me fiaría mucho.

Nada más salir de Tuk Tuk a cinco kilómetros ala izquierda esta Tomok .Es otro pueblecito donde te puedes alojar y cuyo interés reside en ver las Tumbas del Rey Sidabutar. Yo dejé la moto justo a la entrada, donde hay unas tiendas.

La importancia de figura del Rey Sidabutar es mucha, ya que fue el primer cristiano en Tomok , y ayudó a difundir el cristianismo por toda la isla. De aquí que los Bataks practiquen la religión cristiana.

En el recinto de las tumbas, se pueden ver las de Sidabutar, la del Rey Ompu Ni Ujung Barita, y algunas más pequeñas.

Desde Tomok partí hacia Ambarita, a unos 8 kilómetros de Tomok. Es imposible perderte ya que sólo hay una carretera, y lo demás suelen ser pistas no asfaltadas. Ambarita es conocida por las Stone Chairs, y el Rey Siallagan. Una vez que llegas al recinto y tras pagar 2K RP por la entrada, hay que entrar a un poblado por una puerta a modo de estatua, que representa al rey Siallagan.

Una vez que entras hay distintas casas de estilo Batak, parecidas a las que se pueden ver en Linga, o en Tana Toraja. En el centro del poblado están las Stone Chairs con la gran mesa en el centro.

Aquí es donde se ajusticiaba a los presos. El rey era el que los ponía el castigo. Estos eran puestos a su presencia y el decidía si les privaba de libertad o les cortaba la cabeza, ejecutándose la sentencia en esa misma mesa.

Antes de ejecutarlo al prisionero se le permitía tomar su última comida y decir unas palabras. También se le hacía algún corte en la piel, para ver si tenía poderes mágicos. Si sangraba no tenía ninguno y se le ejecutaba, si no sangraba era que tenía poderes. Entonces venía el santero a hacer unos conjuros para quitárselos.

La siguiente parada era Simarindo, hay como 15 kilómetros para llegar allí, y la verdad es que el sitio en si tampoco es que tenga mucho interés, pero el paisaje es sobrecogedor. Si hay una ventaja que te da la moto es la posibilidad de parar donde tú quieras, y eso hacía. Los 15 kilómetros se me hicieron eternos. El día acompañaba y aunque había nubes que amenazaban lluvia, el cielo estaba muy azul y una temperatura muy buena.

 

En Simarindo hay un museo (5K RP) dedicado a la cultura Batak. Hay casas en las que se pueden entrar, e incluso ver los botes que se usaban en el lago. Pero la mayor atracción es ver un espectáculo de danzas tradicionales. Como yo sabía que había uno por la noche en el hotel, no me quedé. El museo en si no es que merezca parar en Simarindo, pero si las vistas que se tienen junto al lago. Eso sí que me haría volver hasta aquí.

 

El siguiente punto es intentar subir a Tele para tener unas vistas del lago y de las islas. El camino es precioso, no puedes dejar de parar para admirarlo. Hay momentos en que el lago no parece tal, es más un mar sin fin. Y qué decir de la gente, todos muy amables, sonriéndote cuando pasas con la moto, saludándote e intentando sacarte unas palabras en idioma local a ese guiri para el cual todo son sonrisas.

Una vez que llegas a Pangurunan, que es donde está el Hot Spring y que no merece nada la pena, toca desviarse por una pista que va subiendo poco a poco hacia mi destino, Tele. La Pista cada vez está más defectuosa y llega un momento en que temo por pinchar. De repente el nivel de gasolina de la moto baja al mínimo. No me lo podía creer me había quedado casi sin gasolina, y por la gente a la que paraba, o bien daba la vuelta o debería intentar llegar mucho más allá de Tele. Seguí subiendo pero no muy convencido. Así que cuando ya tenía lo que había venido a buscar, unas inmejorables vistas del lago, me di la vuelta .Había merecido la pena llegar hasta aquí ,tenía ante mí gran parte del lago y la carretera que llevaba subiendo hace dos horas. Ahora tocaba bajar dejándome llevar y sin el motor puesto, ahorrando gasolina 😎

En Pangururan me dieron la pista, y tras comerme un nasi goreng me dirigí a la “gasolinera” (que aquí se llama Bomp o algo asi). Ya con gasolina suficiente para volver fui a quemar mis últimos cartuchos por la zona, buscando sitios chulos para alimentar al objetivo de mi cámara. La suerte estaba conmigo y hoy era día de mercado. Como viene siendo habitual no esperaban a un guiri en el mercado, les sorprende mucho que estés allí, que les hagas fotos ,no dejan de sonreír, MISTER foto, MISTER foto.

 

Lo pasé en grande en el mercado. Aquí fue donde me enteré que toman vino de palmera, totalmente gratis. Ponen dos botellas en el tronco de la palmera y sacan el vino directamente. Esto lo pueden hacer dos veces al día. Cuatro botellas de vino de palmera gratis al día, la gente superamable, tranquilidad, paisajes de ensueño, y muy buena comida, que más se puede pedir?.

Ya tocaba volver, las nubes se estaban tornado en un gris que no me gustaba nada, y como mi corta experiencia en Indonesia me decía que casi todos los días llovía si o si, pillé la moto y comencé el retorno. Es complicado no pararse, y que a cada paso vas descubriendo sitios nuevos. Volver fue más lento, pero igual de placentero, dejé la moto con una sonrisa en la boca, me lo había pasado en grande, y la moto se había portado más o menos bien.

 

El espectáculo de por la noche no estuvo mal, un poquito turistada, pero no esperaba otra cosa. Nos estuvieron deleitándonos con bailes hasta bien entrada la noche.

Al día siguiente tocaba probar el lago pero de otra forma, relax en estado puro. Había amanecido un día azulado, que mejor sitio y momento para dar buena cuenta de mi libro, y bañarme en un lago volcánico. La experiencia pudo ser única si hubiera dado con mis dientes en el suelo como estuve a punto de hacer. El agua tremendamente caliente, pero de flotar bien poquito. Esta era mi forma de despedirme del lago, con un buen baño y saboreando la paz y tranquilidad de un sitio único.

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