INDONESIA: Sumatra. Bukittinggi. Ciudad Holandesa en Sumatra

Para salir del Danau Toba hay que esperar al bote que va a Parapat. Este sale a las horas y media a la zona de los hoteles, tu solo tienes que llamarlo desde el hotel y va a buscarte. Por unos 7K RP te pone en Parapat en algo más de media hora. Ahora ya sí que tocaba despedirse de tanta belleza.
Desde aquí sólo hay que coger un bemo hasta la estación de autobuses 2K RP. Yo ya tenía mi billete a Bukittinggi comprado desde Danau Toba (195K RP). Hay muchas opciones de comprarlo en Tuk Tuk, aunque también lo puedes adquirir directamente en la estación de autobuses. La única pega es que te arriesgas a que no haya buses, o esté lleno.

Mi bus ya salía con retraso, unas dos horas, la cosa no empezaba muy bien. Y no seguiría mucho mejor, a las diez de la noche se rompió una rueda y tuvieron que cambiarla (2 horas). Pero no se vayan todavía aún hay más, y ya te digo que había más. Había llovido muy fuerte el día anterior, y los caminos de tierra por dónde íbamos estaban embarrados. A la 1:30 el autobús se volvió a parar. Esta vez fue detrás de una caravana de autobuses y camiones. La cosa no era moco de pavo, por el barro había unos camiones que se habían quedado cruzados en la “calzada”

El caso es que había una especie de grúa aparcada, pero el que tenía las llaves no venía hasta por la mañana, así que no podían intentar sacar los camiones. A las 7 am si novedad en el frente y la caravana aumentando. Por fin a las 11:30 llegó el tío de la excavadora. A la 1pm conseguimos salir de allí. Luego el motor se calentó y otra hora más. Las 14 horas de trayecto se habían convertido en 33.

Llegue a Bukittinggi de madrugada, tras pagar 30K RP a un taxi y que me llevara al hotel Orchid. Sólo quería una cama para dormir, y eso hice sobre las 3am.
Pero mi gozo en un pozo a las 5am empezó a sonar la llamada a la oración, y luego los mejores éxitos de la mezquita. Así que me fui a dar una vuelta con otros viajeros.
El Hotel Orchid no estaba muy lejos del centro, así que dando un paseo llegamos a la plaza. A primera vista Bukittinggi es la ciudad menos caótica de las que he pasado por Indonesia. Sus grandes calles están repletas de tiendas y sitios de comida rápida, substituyendo a los tenderetes y a la venta ambulante de otras ciudades.
La plaza está presidida por la torre del reloj, que fue construida por el asentamiento holandés en 1926. La torre se llama Djam Gadang, y se hizo para poner el reloj que regalo la reina holandesa.

Muy cerca de aquí están los dos mercados de la ciudad, uno muy orientado al turismo, y otro más local.
De aquí fuimos andando hasta el cañón Sianok, desde donde parten muchas rutas de senderismo. Para verlo bien hay que subir al Panorama Park (3K RP), un parque donde van los locales a pasar el día y disfrutar de las vistas. Está lleno de monos de cola larga, que ya están más que acostumbrados a los humanos.

El paseo y las vistas que ofrecen son inmejorables, pudiendo divisarse todo el cañón. Desde aquí se pueden ver alguno de los volcanes de esta región.

La siguiente visita sería el Fuerte de la ciudad. Por 5K RP puedes ver tanto el fuerte como un zoo que hay dentro. Tanto una cosa como otra se puede pasar sin verlo. Había de todo, osos, tigres, pájaros de todos los tamaños y colores, cocodrilos, etc. Pero bastante mal cuidados, y llenos de mierda. Vimos un orangután de espaldas y creíamos que era un peluche, no se movía para nada.

Para ver el atardecer volvimos al panorama park,que prometía y no había que pagar de nuevo. Las vistas increíbles, nos pudimos subir a una torreta desde donde teníamos una bonita vista de 360º. Cuando ya parecía que no iba a pasar nada más empezaron a aparecer murciélagos gigantes, los Flying Fox , que por lo visto hacen esta ruta a diario para ir a comer al pueblo.

El plan para cerrar el día era una danza típica de Sumatra (40K RP), que no estuvo nada mal. Nos enseñaron como tocaban diversos instrumentos locales, y los bailes que los acompañaban. Para terminar bailaron sobre platos rotos y sacaron a bailar al personal.

La verdad es que la ciudad no me había matado, y el resto de cosas que se pueden hacer tampoco me llamaban la atención. Subir al Merapi era una de las opciones, pero el alto precio del trekking me hizo desistir.

Regamos la noche con cerveza, en el Canyon Cafe a ritmo de la movida madrileña. Por allí pasaron los toreros muertos, Alaska, Mecano, y un largo etc. Cuando hablamos ingles se nos nota a la legua, y el tio que es muy avispao me puso una de las cosas que más añoraba… Musica Española

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