Malta. Trekking de Dingli a Blue Grotto

Hay muchas formas de ver viajar por Malta, para mí una de las mejores es hacer senderismo por algunas de las zonas. Está claro que el interés cultural de Malta es muy grande, y hay muchas cosas que ver, pero la riqueza paisajística es igualmente impresionante y merece la pena dedicarle parte de algunas jornadas.

Este fue el primer contacto que tuve con la isla grande, era lo que más me apetecía, visitar la zona de los acantilados y terminar en uno de los sitios más visitados de Malta, el Blue Grotto.

El trekking son unos 11 kilómetros y medio, y para ver las cosas bien sería necesaria toda la mañana. La dificultad es mínima, y en todo momento deberemos seguir las indicaciones  rojas que nos marcan la senda a seguir.  Es conveniente llevar agua, pues no la encontraremos en todo el recorrido. Y no estaría mal llevar algo de comida, en las zonas por donde pasamos no hay sitios donde poder comprar nada.

Para llegar a la zona desde Bugibba deberemos coger el bus X3 desde la terminal de autobuses, y pararnos en Rabat 2 que es la terminal de autobuses de Rabat. Aquí deberemos cambiar de autobús y coger el 201 o el 52. Sólo deberemos indicarle al conductor que nos diga la parada para bajarnos en los Dingli Clifs (acantilados de Dingli). El trayecto es cortito, y enseguida veremos que hemos llegado al sitio, pues es normal que muchas excursiones guiadas lo visitan dentro de su programa.

Lo primero que se ve es la iglesia de Santa María Magdalena, construida en el siglo XV sobre los acantilados de Dingli. Esta iglesia ha sido restaurada en el siglo XVII, y más recientemente se ha puesto el balcón que proporciona las vistas típicas de los acantilados. Aquí es conveniente esperar a que las decenas de turistas vuelvan a subir a su autocar y nos dejen un poco de espacio. La verdad es que la vista no es para tanto, el paisaje es bonito pero para nada se ven los acantilados. La mejor vista se tiene más adelante en otra de las etapas de este trekking.

Es Interesante explorar el área, ya no sólo para ver los acantilados, si no para poder disfrutar de las vistas sobre el interior de la isla. Este punto es uno de los más altos de Malta, y aquí se encuentra uno de los radares para monitorizar el tráfico aéreo maltes.

Saliendo otra vez a la carretera deberemos seguir las indicaciones que nos llevan a la derecha continuando nuestro recorrido. Es interesante salirse de la carretera principal y meterse por los caminos o pistas que los locales usan para ir a sus  tierras. Hay muchos emplazamientos desde donde se pueden ver las vistas de los acantilados y también hay cuevas creadas por los granjeros para guardar cosas. En alguno de estos puntos se puede bajar bastante, pero eso dificultaría considerablemente el trekking, y no mejoraría mucho lo que hemos visto.
Siguiendo la carretera principal nos encontraremos la siguiente indicación que nos saca de la carretera. Aquí nos lleva a un poblado prehistórico de la edad de bronce, el Wardija ta´ San Gorg, un asentamiento natural que proporcionaba protección a sus habitantes. Aquí se han encontrado silos y se pueden ver parte de ellos. La verdad es que es complicado diferenciarlos y no ponen ninguna indicación, así que lo mejor es darle a la imaginación 8). Lo más bonito de aquí son las vistas.  El mejor paisaje de los acantilados de Dingli se encuentra en esta zona, que es donde realmente se ven los acantilados y el radar. También se tiene una buena vista de Fifla, una de las islas deshabitadas que tiene Malta.

Durante este recorrido había un chico con una especie de avión sobrevolando los acantilados. Cogía el avión y se iba a otra zona. Al final no tuve más que preguntarle que hacía. Era un chaval que sobrevolaba las zonas emblemáticas de malta con su avión. Le había puesto una cámara Gopro y luego colgaba los videos en internet, merece mucho la pena visitar su canal de YouTube Wallby46.

Una vez disfrutado de las vistas, porque del asentamiento prehistórico casi no se ve nada, deberemos bajar por la ladera. Ahora la casi totalidad del recorrido es bajando. Aquí no hay indicaciones, pero no tiene perdida pues sólo hay una carretera y lo único que debemos de hacer es bajar. En esta zona es una de las pocas donde encontraremos algo de sombra en todo el recorrido, un buen sitio para tomar un tentempié y reponer fuerzas. Mucho cuidado con el calor en Malta, yo tuve la suerte que corría viento fresco, porque en verano se suelen alcanzar temperaturas muy altas, y trekkings como este son desaconsejables hacerlos en las horas donde pega más el Sol.

Bajando al valle llegamos a la zona de Fawwara, donde podremos ver una iglesia. Esta fue construida por las plegarias de sus habitantes para que volviera el agua que había desaparecido en los últimos años. Prometieron que si ese año tenían buenas cosechas y volvía el agua construirían una iglesia. Así fue y la construyeron. Es un pueblecito interesante con campos cultivados que le dan un aspecto muy bonito y colorido al paisaje.

Después de aquí deberemos continuar por la senda, siempre teniendo el mar a nuestra derecha. Es imposible perderse y sólo hay que seguir las indicaciones cuando hay un desvío. A nuestra izquierda tenemos unas inmejorables vistas de la población de Siggiewi con su catedral, una de las más bonitas de Malta.

Seguiremos nuestro camino viendo a nuestra derecha unas bonitas vistas del valle y nos encontraremos con un acueducto moderno construido en el siglo XIX. Siguiendo la carretera nos llevará de nuevo a ver unos preciosos acantilados. Es una de las zonas donde tendremos más de cerca la isla Fifla.

Seguiremos la carretera para dar con los emplazamientos arqueológicos de Hagar Qim y Mnajdra. Se ve una carpa grande que envuelve a los yacimientos y los protege de la erosión. Se puede explorar el área y verlos un poquito más de cerca que desde la carretera, llegando a ver parte de los monumentos megalíticos. Más adelante esta el centro de visitantes para comprar la entrada.

Es una cuestión personal, pero yo no sé apreciar varias piedras puestas unas encima de otras, aunque tengan miles de años de antigüedad, y me parece un robo pagar 12 euros por verlo. Muchos de los que llegan al centro de visitantes se dan la vuelta por lo elevado del precio de la entrada, ya que te pones a gastar, por un poquito más vas al Hypogeum que sí que merece la pena. Desde el centro de visitantes puedes ir donde te piden la entrada y tener una vista más cercana de los templos. Visto el libro que te venden en el centro de visitantes, con esto y con la vista que tienes desde fuera ya tenía más que suficiente.

Volviendo a la carretera seguiremos las indicaciones que nos llevan a Zurrieq, desde aquí ya se puede ver la zona donde se cogen las barcas para ver la gruta azul. Si seguimos la carretera y las indicaciones al Blue Grotto, nos perderemos una muy bonita vista de este arco, ya que luego cogeremos el bus cerca de donde se cogen los tickets. Por lo tanto seguiremos un poquito más y ya tenemos un mirador desde donde podemos ver una de las postales típicas de Malta.

No estaba muy seguro de si coger el bote o no, son 7 euros el ticket por poco más de quince minutos de paseo en barca  para ver las grutas. El horario está sujeto a las inclemencias del tiempo y va desde las 9am hasta las 5:30pm en verano. La verdad es que merece la pena, es un entorno único y una manera de ver algunas de las cuevas que abundan en el litoral maltes. En el viajecito no solo se ve el Blue Grotto y se pasa por debajo del arco, también se ven otras cuevas (a todas les han puesto nombre), como la del gato, la cueva de fifla, el pie del elefante, la ventana azul, la cueva de la luna de miel. Nombres que luego se te olvidan, pero lo que no se te va a olvidar es el azul turquesa del mar, el cómo se reflejan los rayos de luz en el agua, la claridad y lo bonito del entorno, ya sólo por eso merece la pena.

Donde se cogen los botes también te puedes dar un baño, está lleno de locales y de buceadores, desde aquí se baja a uno de los puntos emblemáticos de buceo en la isla, el pecio Al Faroud, al cual iría días más tarde.

Este es el único sitio donde se puede comprar algo de comer o algún refrigerio en todo el trekking. También es el punto de vuelta con el bus 201 que te lleva a Rabat 2.

El trekking es sencillo, muy ameno si se hace sin mucho calor, y muy bonito pues estas viendo todo el rato la costa erosionada de Malta, y parajes naturales como el Blue Grotto o los acantilados de Dingli. Si te interesan los emplazamientos prehistóricos los de Hagar Quin son consideramos patrimonio de la Unesco, y también se pueden ver asentamientos de la edad de Bronce. En poco más de 4 horas a un ritmo lento y con bastantes paradas se pueden recorrer los más de once kilómetros que consta la ruta.

Como hice yo es perfectamente combinable con una visita a Medina y Rabat, que ya veremos en otro post.