IRÁN: Visita al pintoresco pueblo de Masuleh y subida al castillo de Gale Roodkhan

La provincia de Gilan al oeste de Irán, esconde dos perlas que deberían estar en todo viaje por el país asiático. La más conocida es Masouleh, un pueblo de cuento en la ladera de una montaña, cuya principal característica es que los techos de cada casa son las calles del de arriba. El otro atractivo turístico es el castillo de Gale Roodkhan, una fortaleza medieval construida en lo alto de una montaña. Irán, como ya venía siendo habitual, nos sorprendía de nuevo. Cada lugar que pisábamos nos encontrábamos con algo diametralmente distinto. Ya llevábamos casi tres semanas viajando y el paisaje cambiaba a cada paso. Habíamos dejado el sur del país que nos había maravillado; con paisajes tan diferentes como el fascinante Dash-E-Lut, las aguas cálidas del golfo pérsico en Qeshm, y las emblemáticas ciudades de Shiraz e Isfahan. Ahora llegábamos a Rasht, una ciudad pegada al mar Caspio, con un clima fresquito y un entorno lleno de vegetación.

COMO LLEGAR

En un principio nosotros sólo queríamos ir a Masuleh. Las opciones pasan por coger un taxi desde Rasht, o bien ir en transporte público. La forma más barata es la segunda y para ello hay que tomar un savari hasta Fuman y desde aquí un minibús o taxi compartido hasta el pueblo. Si tienes en mente visitar los dos sitios, aunque se puede hacer en transporte público y taxi compartido, es mejor ir en taxi desde Rasht. Sobre todo si es temporada baja, pues las opciones de moverte desde Masuleh son menores. Nosotros es lo que hicimos, contratamos un taxi para todo el día por 100000 Tomanes (25 €).

MASULEH

Dejábamos atrás Rasht, con sus ruidos, su tráfico y sus edificios altos, para adentrarnos en una carretera que en poco más de una hora nos llevaría a otro de los destinos marcados en nuestra ruta, Masouleh. El camino como venía siendo habitual nos dejaba con la boca abierta. Gilan es una región verde, exuberante, llena de vegetación. Estábamos en pleno Otoño, aunque las hojas todavía no habían caído, lo que le daba un plus a nuestro recorrido. Hasta donde nos alcanzaba la vista todo eran ocres, naranjas y esos colores que tanto nos gustan en esta época del año.

A nuestra derecha, camufladas por el color de los árboles, aparecían las primeras casas de Masuleh. Desde que vimos las primeras fotos en internet, soñábamos con este momento; visitar uno de los pueblos más pintorescos de Irán, junto con Abyaneh, Meybod y Kandovan.
Como consecuencia de las lluvias de los últimos días, baja bastante agua por la cascada que hay cerca del pueblo. Esta es una de las muchas que se pueden visitar en Masuleh, que junto a los trails de senderismo hacen de esta ciudad un destino muy visitado por los locales. Muchos son los que suelen venir en las fiestas o días libres. Hoy el frio ha sido nuestro aliado y no hay casi nadie. Lo tenemos para nosotros solos.

 

 

El pueblo está bastante restaurado. Han convertido las casas tradicionales en tiendas de souvenirs, teterías, restaurantes y hoteles para los turistas. Lo primero que te encuentras es un bazar con productos típicos de la tierra y tiendas de recuerdos. Luego a medida que vas subiendo todo esto desaparece. Quedan atrás los restaurantes y los pocos turistas. Es agradable pasear por sus calles exentas de ruido y vehículos; en Masuleh están prohibidas las motocicletas y los coches.
Tras estar un buen rato, nos vamos de allí con una sensación un tanto rara. Es un sitio turístico y eso lo sabíamos, pero le falta algo; quizás esa hospitalidad, ese querer saber de ti del pueblo iraní.

 

Visita de Masuleh en Gilan, Irán
GALE ROODKHAN

A pocos kilómetros de Masuleh nos encontramos con el castillo medieval de Gale Roodkhan. Construido en la cima de la montaña, aprovecha su relieve para conseguir una fortaleza casi inexpugnable.
Llegamos a un parking bastante concurrido y comenzamos nuestra ruta de senderismo. La verdad es que no sabíamos muy bien lo que íbamos a ver, ni el tiempo que nos iba a llevar subir al castillo. Nos empezamos a mosquear cuando veíamos a la gente subir con palos de montaña. No íbamos con el calzado adecuado pero aun así había que intentarlo.
En los inicios del sendero hay varios puestos para tomar alguna bebida caliente, o algo de comer. La región de Gilan es muy rica en árboles frutales y en la elaboración de té. Ambas productos los podemos encontrar en estas tiendas improvisadas a lo largo del camino.
Cruzamos varios puentes, dejando atrás el rio. El entorno es increíblemente bonito, lleno de árboles con musgo por todos los lados. Sus más de 2000 escalones hacen de la subida al Gale RoodKhan una visita dura. El paisaje y la gente, lo hacen más llevadero. Viajar por Irán no es sólo hacerlo para ver monumentos, también es un viaje de personas. Fueron muchos los que se interesaron por nuestro viaje y compartieron con nosotros la subida al castillo.
Más o menos a la mitad del camino Carmen y nuestro taxista dijeron basta. Las zapatillas que llevaban, junto con la poquita lluvia que estaba cayendo, hacían del ascenso algo bastante peligroso. Pero como siempre decimos, si triunfa uno, lo hace el equipo jeje
La niebla empezaba a hacer acto de presencia justo al llegar a la cima. A lo lejos ya se podían ver las primeras torres y la entrada al castillo. Hay una puerta que da acceso al complejo. Una vez dentro te das cuenta de porque los locales suben aquí una y otra vez. La hora que habíamos invertido en subir compensaba con creces lo que estábamos viendo. El sitio es una pasada.
Gale RoodKhan es considerada por méritos propios una de las construcciones más importantes de la época. Construido en la era sasánida, este castillo de influencia europea tiene 65 torres a su alrededor, de las cuales 45 están intactas. Independientemente de los materiales utilizados, lo más increíble es como los pudieron subir allí; el castillo está a una altitud de unos 700 metros sobre el nivel del mar.

Visita del castillo Gale RoodKhan en Gilan, Irán
Después de pasar un buen rato en el castillo visitando sus torres y sobretodo el emplazamiento, tocaba bajar. Esto fue quizás lo más “peligroso” de toda la ruta. El terreno estaba muy húmedo y más de una vez tuvimos que usar las manos para no caernos.
DATOS PRÁCTICOS

Por la proximidad con Tehran (5 horas), son muchos los locales que pasan en Masuleh los fines de semana. Si vuestra intención es quedaros a pasar la noche (cosa que recomendamos) no vais a tener problema en encontrar un hotel que se ajuste a vuestro presupuesto. Siempre tener en cuenta si hay fiestas locales, o son fines de semana, que el pueblo se llena. Sería conveniente reservar con antelación desde Rasht.
La zona de Gilan es muy verde, y es así porque llueve mucho. Lo idóneo es consultar el tiempo antes de ir. Si hay amenaza de lluvias, Masuleh se puede visitar perfectamente, pero el castillo no. El suelo es bastante resbaladizo con bastantes probabilidades de caídas.
Si en tu viaje vas a ver sitios como Palangan en el kurdistan iraní o visitar pueblos del valle de oraman cercanos a la frontera con Iraq; Masuleh te va a parecer demasiado turístico.
Rasht tiene poco que ver. Hay sitios en Irán mucho más interesantes. Pero ya que estamos por aquí hay un par de cosas que se pueden hacer. La primera es darse una vuelta por el mar Caspio. Esta excursión en taxi sale por unos 45.000 Tomanes (11,25 €). Esta es una zona de playa que los locales usan normalmente para reunirse y hacer picnics. Os recomendamos ir al atardecer. En los alrededores de la playa hay sitios para tomar algo o degustar una buena comida local. La segunda cosa que no hay que perderse si estas en la ciudad, es probar el pescado del mar caspio.

 

 

1 comentario en “IRÁN: Visita al pintoresco pueblo de Masuleh y subida al castillo de Gale Roodkhan

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