INDONESIA: Flores. Kelimutu, la magia del volcán que cambia de color.

Subir a un volcán es algo que todo el mundo debería hacer al menos una vez en la vida. Indonesia está en el anillo de fuego del Pacifico, por esto es uno de los países del mundo con mayor número de volcanes. Por lo tanto si estas por la zona y si quieres subir a uno, no tienes excusa para admirar un poquito más de cerca las entrañas de la tierra. Los hay de fácil ascensión, como el Bromo en Java o el Sibayak en Sumatra, y de varios días de senderismo como el Rinjani en Lombok.

 

El Kelimut es uno de los volcanes más conocidos de Indonesia, primero porque es de fácil acceso, y segundo por sus espectaculares características. Esta maravilla de la naturaleza es famoso por sus tres lagos que cambian de color con el paso del tiempo. Una serie de reacciones químicas de los minerales y los gases que emanan del volcán son los que provocan que se vea el lago de color rojo, negro o azul celeste entre otros.

SUBIENDO AL VOLCÁN PARA VER AMANECER

Está claro que quien algo quiere algo le cuesta, por eso nos tuvimos que levantarnos bien prontito para poder estar en la cima antes de que amaneciera. La pena fue que a pesar de estar preparados a las cuatro de la mañana, las motos que tenían que subirnos al parque natural no aparecieron hasta las cinco menos cuarto. Se habían olvidado completamente de nosotros!!. Es lo que tiene viajar de manera independiente y no contratar tous.

El trayecto en moto es corto pero intenso. Una larga carretera llena de curvas nos pone en unos minutos en la entrada del Parque Nacional. Es conveniente llevar algo de abrigo, un corta vientos y unos guantes no nos sobrarán. En el trayecto en moto te quedas helado y no viene nada mal cuando estas en la cima. Aquí pagamos la entrada (20.000 RP por persona), y parking de vehículo (3.000 RP por moto). Normalmente también quieren cobrarte 50.000 RP por cámara de fotos que lleves, pero eso se soluciona diciendo que no vas a tomar ninguna foto.

 

Una vez llegas al parking hay que andar una media hora hasta llegar a los miradores desde donde se ven los cráteres. El camino no tiene perdida, es seguir una ruta marcada y siempre subiendo. Según ascendíamos retumbaban en nuestros oídos las conversaciones con otros viajeros que habían estado en días anteriores. Frases tan “esperanzadoras” como, ¡está totalmente tapado! , lleva así varios días y no creemos que cambie, no vais a ver nada. No auguraban nada bueno, pero está claro que cada uno tiene que hacer SU viaje, y que las cosas cambian. Sólo quedaban unos metros para despejar la incógnita.

Con el Sol dejándose ver entre las nubes, nos acercamos al mirador para ver esta maravilla de la naturaleza. Habíamos tenido suerte y se podían ver perfectamente los dos cráteres. Lo que más impresiona es el tamaño que tienen. De todos los volcanes que hemos visto en Indonesia quizás este sea el que más envergadura tiene.

 

Cuando nosotros estuvimos los lagos tenían un color verde turquesa, uno más intenso que el otro. En otras ocasiones los colores son mucho más distintos, rojo, negro, marrón, etc. Ahora tocaba acercarse al otro lago que está a pocos metros. Este sí que estaba completamente tapado. Aunque parecía que por momentos las nubes levantaban no logramos verlo. Quizás este es de los menos fotogénicos de los tres, por lo que damos la prueba por superada, dos de tres no está nada mal jejeje.

 

EL MISTICISMO DEL KELIMUTU

Más allá del rigor científico, los locales tienen sus propias teorías que vienen de hace mucho tiempo. Ellos creen que dependiendo de cómo sea una persona su alma va a parar a un lago o a otro. El lago más separado es el de los ancianos o Ata Bupu, aquí van a parar las almas de las personas que han llegado a viejecitos. Separados por una pared de roca tenemos el Ata Polo, o lago encantado, que tiene las almas de las personas que se han comportado mal; y el Nuamuri KoFai o lago de los hombres, que es donde van las almas de las personas que murieron jóvenes.

Nuestro video del volcán Kelimutu.

DATOS PRÁCTICOS

Hay muchos tours que hacen esta visita desde Maumere, comenzando a las cinco de la mañana, y tras un trayecto de tres horas llegas a la zona del parque nacional. A nuestro modo de ver te pierdes lo más bonito, ir descubriendo los colores de los lagos según sale el Sol. La mejor opción es alojarse en las inmediaciones del volcán e ir a la mañana siguiente a ver amanecer.

 

Moni se encuentra a tan solo unos 10 kilómetros desde donde comienza la subida. Es el lugar perfecto para pernoctar. Nosotros partimos desde el aeropuerto Denpasar en Bali, llegando en avión a Ende (1.077.000 RP por persona). Aquí cogimos dos ojek por 5000 RP cada una hasta la estación de buses, donde tomamos una mini van (25.000 RP por persona) hasta Moni.

El día que llegamos contratamos la excursión (75.000 por moto) en el hotel donde dormíamos. Consistía en subirnos en dos motos a las faldas del volcán y poder ver como el astro rey va iluminando los cráteres.

La oferta hotelera en Moni es amplia habiendo sitios para todos los bolsillos. Nosotros elegimos mal. Solo si quieres pasar un mal rato, tener experiencias desagradables y llevarte un disgusto en tu viaje alójate en el María Inn de Moni. Intentamos negociar un coche con conductor con ellos, pero no nos convenía el precio, así que decidimos ir en transporte público. Se pusieron a un lado de la carretera deteniendo a todos los travel (coches compartidos) y buses públicos para que no pararan donde estábamos nosotros. Tras dos horas y algún que otro encontronazo nos ayudaron de otro hotel para coger un travel a Bajawa por 100.000RP cada uno.

Si se tiene tiempo y nos vamos a quedar varios días en Moni, podemos negociar que la bajada desde los cráteres la hacemos a pie. El camino es sencillo y gozaremos de unas espectaculares vistas de las terrazas de arroz y otros cultivos.

 

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